La realidad es un veneno lento
que puede corromper la ilusión.
Con un chasquido de dedos y maldición
Descenso de cielo al infierno violento.
Es una roja llamarada al viento
que abrasa con furia toda emoción.
Entre pavesas en triste ascensión.
Plegarias entre el humo cruento.
Donde hubo luz la ahogó la oscuridad
los sauces lloran con fría amargura
Fustigando la triste humanidad.
El agua corrompida, antes pura
ya no refleja la felicidad
colmándose con cada lágrima oscura.
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