Septiembre se abalanza con su olor:
A otoño, escarcha y melancolía.
A luces doradas a mediodía
A marrones y ocres en derredor,
a tardes más cortas día a día,
a sacrificios donde moriría
un Sol agonizante sin fulgor.
Aire helado de gris humo pesado
entre mantas que hablan de soledad
al cantar de un fuego casi apagado.
Las sombras largas en la oscuridad,
compañeras de sueño desvelado,
abrazándose en esta vacuidad.
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